agosto 09, 2010

"Lo mejor del recuerdo es el olvido"

Parsimonioso, sonriente, paciente, el Presidente de China, el señor Hu Jintao, recibió a nuestra Presidenta en los primeros días del mes de julio. El encuentro, que estaba acordado para enero de este año y que no se realizó, dado que la señora de Kirchner no podía (?) dejar en su lugar al Vicepresidente de la Nación, ocurrió finalmente ahora. La señora presentó sus disculpas por la ausencia anterior; el hombre, con naturalidad, las aceptó. Pertenece a los hombres de bien, de la religión o raza que fuere, el bien recibir las disculpas de una dama, proceda de donde proceda. Cierta estirpe oriental conserva aún esos buenos hábitos. También esa parsimoniosa y milenaria paciencia, en ocasiones exasperante para quienes hacen del vértigo un culto, les permite vincularse comercialmente con el señor Macri, padre. También, y desde luego, con el gobierno de nuestro país. Es una Nación, China, que no pierde de vista, bajo ningún concepto, los intereses permanentes, estratégicos y de largo plazo que guían su comportamiento y su qué y cómo hacer.

Entre los variados temas que se abordaron en diversos encuentros, los dirigentes chinos tuvieron la fortuna de escuchar a nuestra Presidenta, hablándoles de las analogías entre dos hombres de la historia: Mao Tse Tung y el General Perón. Atribulados por las revelaciones de nuestra Presidenta, los integrantes del Buró del PC, régimen de partido único el de aquel país y que es quien lleva los lineamientos estratégicos de la política global, debieron salir, ya sin parsimonia, a desempolvar todos los antecedentes de la historia. Revisitaron, una vez más, los libros de Confucio, tratando de encontrar lo inhallable. No sea cosa que fuere que el gran Mao hubiese dejado alguna descendencia desconocida en recónditos lugares del planeta, poco al norte de la Antártida, o lo que sería peor, que fuese el propio Mao un descendiente de aquellos remotos lugares. Llegaron a la conclusión que lo que habían escuchado, resultaba una no tan enigmática parábola, de una mujer un tanto propensa a las manifestaciones hiperbóreas. Decidieron, entonces, poner en marcha un plan que pudiese cautivar la personalidad del huésped.

Comunicaron de una forma en extremo amable, primero, que una de las cuestiones centrales que motivaban la visita de nuestra Presidente, las trabas a la importación de aceite de soja, debían ser giradas a una comisión que analizara apropiadamente el tema y luego aconsejara cursos de acción. Habían estudiado, aceleradamente, los procedimientos del General Perón, y entendían que esta decisión sería del agrado de la señora de Kirchner. De modo que, por ahora, ninguna decisión final, apresurada si las hay, luego de una visita protocolar. El gran twittero (¿no sería apropiado denominar de esta manera a nuestro Canciller?), ya que de ningún modo titiritero, miraba con cierto asombro y escasa o nula comprensión. El tema no se resolvía. Le ocurría justo a él, barrabrava confeso, que imaginaba dinamizar / dinamitar una opaca gestión anterior.

El ministro De Vido, esbozaba en cambio una mejor y más atildada postura. Llegaba, seguro, el momento de su interés, el del espíritu reconfortado, los de su cartera y el de los intereses de la Nación. China haría una oferta para vender a nuestro país, una gigantesca dotación de material ferroviario, por la suma aproximada de u$s 10.000 MM. En el desvarío se llegó a mencionar, una sola vez, que el proyecto incluiría la construcción de cuatro (4) líneas de subterráneo para la ciudad de Córdoba. Nada se ha dicho, hasta ahora, cual sería el “plan maestro” en el cual se encuadraría este monumental megaproyecto. Cuales serían las obras civiles necesarias para su realización, el costo de las mismas y, menos aún, quienes y cómo pagarían todo este desarrollo, con mucho sabor a prácticas de “contratistas” de otros tiempos.

No tendría porque asombrar este anuncio. Poco tiempo atrás la ministra Garré, de Defensa, también hizo sonar las alarmas provenientes de un mundo surrealista. Informó que nuestro país desarrollaría y renovaría viejos submarinos, impulsados a futuro a propulsión nuclear. Esto de China pertenece a la misma calidad de fenómeno, sólo que a escala agrandada. Afortunadamente, para nuestras futuras generaciones, ni lo uno ni lo otro superarán lo que en realidad fueron: pesadillas, disfrazadas de ensoñaciones. Ahora, lo más importante de toda esta maniobra es que, de eso, no se habla. Un apagón informativo de carácter fenomenal, ordenado e instrumentado desde el gobierno, impide, por medio de la coerción más brutal que se recuerde, que los ciudadanos nos enteremos y sepamos en que consiste todo esto. Tenemos otras cuestiones de las que enterarnos y ocuparnos; no sea cosa que también se nos ocurra pretender saber como es este cuento. Y los medios nada pueden informar. Parece algo más que una “sugerencia”. Ocurre, de la misma manera, qué este no es el único tema del que no se puede hablar. Se verán, en el desarrollo de los aspectos siguientes, otras tenebrosas obstrucciones informativas, que conforman en estos pagos la peor modalidad del asalto a la razón.

La literatura ficcional, sea como novela corta, sean cuentos o relatos, notas al estilo Eco, Kundera o Saramago, para citar sólo algunos, tendría un material fenomenal para describir con la imaginación y todas las verdades, el estado de engaño y adormecimiento colectivo que se vive en nuestro país. Se podría acercar un título: “Noticias desde la oscuridad, que enceguece y oscurece, y en ocasiones, esclarece”. Sabemos que esta oscuridad no durará toda la vida, pero mientras tanto se debe y se puede hacer algo. Ya se hablará de lo que hace y no debería hacer la oposición, a contramano de lo que no hace y de manera insoslayable debería y tendría que hacer.

Pareciera que nos encontramos en un momento que pasó de la epifanía a la afonía. Esta ausencia de voz es extremadamente notoria en el tema de Venezuela, sus misteriosos manejos, las valijas que llegan con dinero de origen y destino poco cierto, personajes de los oscuros suburbios como Uberti, que se manejaban en Caracas con más familiaridad que en su casa, faltantes en un fideicomiso todavía no acabadamente constituido, convenios que van y vienen y no se sabe sobre que versan, consultoras que, estando en el “medio”, operan como “facilitadoras” de acuerdos, Embajadores que informan y cuyos despachos van a parar al tacho, al de la basura, todo esto luego de aquel fantasmagórico arribo del señor Antonini Wilson y su valija con u$s 800.000. Y eso es lo que se descubrió, vaya uno a saber porque extraña casualidad, y qué más había en ese momento y antes. Luego de esto habría mucho material para seguir investigando y sobre lo cual poco y nada se ha hecho. Parece que paulatinamente el Congreso despierta de su siesta, habiendo citado al Embajador Sadous y al ex Defensor del Pueblo, Mondino. Tal vez, podría producirse la comparecencia del ministro De Vido y del actual Canciller. No sería esperable que de ahí salga mucha luz. Entre tanto, y al igual que en el caso de China, los medios independientes han debido, por el imperio de la extorsión, cerrar sus propias investigaciones, que fueron las únicas que echaron algo de luz, mucha, sobre este conjunto de anomalías. Pero con una prensa hoy maniatado, no se hace fácil pensar que algo más de toda esta turbulencia y purulencia pueda salir a la luz. Una vez más se hace necesario subrayar el silencio, tal vez distraído, de la oposición. Enredada por completo en internas interminables, unida, en pocas ocasiones, no por el amor sino por el espanto, parece mirar estos hechos como que no le correspondiera, a ella, la oposición, ocuparse de estos menesteres, que podría ser que algún día estallasen en las manos de más de uno. Y no sólo del gobierno.

Es que hay, insoportablemente, y por detrás de todo esto, un nauseabundo estado de corrupción. Se huele, se percibe, se siente, un anómalo estado de putrefacción que roe y corroe buena parte del tejido social. “Todo por izquierda”, diría la tribuna; los sociólogos, más elegantes, hablan de una alta propensión, en la sociedad toda, a tomar atajos en lugar de buscar los verdaderos caminos que indican lo que es correcto y lo que no corresponde. Si la sociedad advierte que desde el vértice del Poder se utilizan habitualmente dichas prácticas, poco o ningún incentivo posee para ejercitar conductas enmarcadas en la Ley. Si el primer violador de la norma es el Estado y el gobierno, que las dicta para ser cumplidas, ¿Qué razones habría para que los ciudadanos se comportasen de una manera distinta a lo que, obscenamente, muestra el Poder? Sobre este tema, grave si los hay, los medios tampoco pueden siquiera informar. Y de nuevo, el Congreso, órgano encargado de dictar las normas y controlar al Ejecutivo, tampoco se puede poner de acuerdo para establecer un criterio mínimo que acuerde posturas. De este modo se produce una desertificación y caída de los valores morales y culturales que deberían guiar cualquier conducta en sociedad.

Borges ha insistido en afirmar, machaconamente, “que lo mejor del recuerdo es el olvido”. Digamos, el olvido como una forma de la memoria. Convendría, sin embargo, ahora y en estos momentos, recordar otro tema de la política exterior y también con fuerte impacto en la política local. Es el conflicto con Uruguay a propósito de la pastera de Fray Bentos, que vino a quebrar largos años, la historia entera prácticamente, de nuestra hermandad con los vecinos de la “otra orilla”. Se conoce largamente la actuación de nuestro gobierno y su demagógico apoyo a las posturas de los vecinos de Gualeguaychú. Lo cierto es que el puente que une ambas ciudades de uno y otro lado del río, estuvo cerrado cerca de 40 meses seguidos. Y la política exterior de la Nación, de hecho confiscada por los vecinos de aquella ciudad de Entre Ríos.

Vecinos que, conviene no olvidarlo, fueron mutando en categorías superiores. Primero fueron sencillamente eso: vecinos; luego asambleístas y finalmente ambientalistas. En el paroxismo actual, aspiran a ser “inspectores de calidad”, al pretender, alguno de ellos, monitorear la ex Botnia desde dentro de la planta. El gobierno nacional, mientras tanto, y en sus clásicos idas y vueltas, primero calificó al tema como una “causa nacional”, para luego transformarla en una causa Penal. Podría aparecer la impresión, en estos momentos, que el conflicto, que nunca debería haber existido, comenzaría a transitar caminos que apuntasen a una solución. Extremadamente endebles, por cierto, dado que las “resoluciones” firmadas entre Cancilleres y Presidentes contienen más interrogantes que asertos. Interrogantes que no está claro cómo se saldarán. Ninguna razón sustantiva y de peso se vislumbra como para pensar que si Kirchner estuvo todo su mandato sin resolver esta cuestión, por el contrario, azuzándola, ¿Qué habría cambiado al día de hoy para esperar lo contrario? Tal vez, arriesgan algunos, el espíritu presuntamente libertario e indomable de la señora de Kirchner, lo que de ser así, ha debido transcurrir largo tiempo para mostrar esta tal independencia de criterio. O probablemente, otra muestra adicional de un cierto estilo “Gatopardista” que ha dominado demasiadas gestiones de gobierno. Seguramente, el sabio paso del tiempo ayudará a develar este tema. Al igual que en todas las cuestiones anteriormente mencionados, en esta también, los medios no pueden informar, excepto lo que el gobierno quiere que se conozca. Esta acción del gobierno, también ayuda a mostrar hasta que punto se cercenan las libertades en nuestro país. No sea cuestión que los ciudadanos de a pie pretendan enterarse la verdad de todo esto; un mensaje en twitter alcanza para todo. Y, obviamente, no sirve para nada.

Se han comentado, hasta ahora, un conjunto de hechos que han tenido como principal actor, el hacer del oficialismo. Basada, esta preeminencia, primero en su propio poder, luego en la anomia de la oposición, que no ha podido, al día de hoy, articular una política eficaz de contra réplica a los movimientos de Kirchner y por último, pero no lo menos importante, el ominoso silencio al que ha sido sometida la prensa independiente, en paralelo al surgimiento de un conjunto paupérrimo de medios ultra K, que nada agregan, excepto confusión, su verdadera función. Ahora bien, se afirmó en párrafos anteriores, que este bloqueo y esta distorsión no podrían durar eternamente. Se sabía, se llame intuición o como se desee, que algo debería pasar a los efectos de comenzar a modificar, y no con cebitas de carnaval, este panorama, suma de desvaríos, prepotencia y pésima y oscura gestión. La convicción de que “algo” ocurriría, motiva el retraso en el envío de este informe en uno o dos días. Finalmente, en la primera semana de agosto, algunas cuantas cosas ocurrieron, en la dirección indicada y que vienen a poner otra matriz en aquel decadente panorama. El cambio cualitativo es el resurgimiento, no de más de lo mismo, sino de lo opuesto a lo que está en curso.

Toda la reseña que se hará es pública, de modo que será tan sintética como se pueda. En todo caso, de haber alguna extensión adicional, será a propósito de algún análisis o reflexión que el relato informativo requiera. Este notable resurgimiento surgió no de los partidos políticos, un tanto rezagados en su acción, sino de otros actores de la sociedad que, teniendo mucho por decir, antes y ahora, no lo habían exteriorizado, al menos en la magnitud de estos días. El primer hecho, fue el discurso del señor Biolcatti, al momento de la inauguración de la muestra anual de Palermo. Algunos lo han catalogado de “duro”. Los que así opinan, seguramente desconocen, por completo, lo que ha padecido el sector desde la negativa de la 125 hasta nuestros días. Manoseos y descalificaciones cotidianas por un lado y, de otro, resoluciones a su problemática, ninguna. Intentos permanentes a los efectos de quebrar la Mesa de Enlace y romper la unidad del sector y su dirigencia. Biolcatti relató parte de todo esto, y por sobre todo, puso a consideración de la sociedad el indispensable marco que se requiere para recobrar la confianza, disipar la incertidumbre y aportar inversiones que potencien la productividad agropecuaria. Un programa serio y reflexivo que el sector, uno de los más dinámicos de la economía de nuestros días, aporta para el crecimiento y desarrollo de la Nación.

También se realizó en esos días, el precoloquio anual de IDEA, en la ciudad de Rosario. Las ponencias de los participantes fueron demoledoras. En el relato de temas, cruciales para la economía, se abordaron aquel tipo de cuestiones que para el gobierno no existen. En primer término, claro está, el fenómeno inflacionario, negado enfáticamente tanto por el señor Boudou, como por el gobierno en su conjunto. Piensan, los malabaristas oficiales, que es neutro convivir con una inflación de, al menos, 25 / 30 % anual. La fuga de capitales y la ausencia de inversión, acompañaron el menú de los empresarios. El postre fue una combinación de incrementos salariales y tarteletas de hojaldre con frutos rojos. Al día siguiente se desarrolló la Asamblea anual de la UIA, en Córdoba. El tono de lo ahí expresado fue un “crescendo con fuocco”, respecto de lo analizado en IDEA. El descontento de los empresarios parece haber llegado a un límite tal que, sobre las bases en curso, sería difícil imaginar este desierto mutando en Nación. En tiempos anteriores reacios a manifestar críticas al accionar gubernamental, comienzan a ver un horizonte de problemas de envergadura, que les impiden planificar inversiones. A lo que se suma la incertidumbre electoral, no a la vuelta de la esquina, pero tampoco tan lejana. Veinte años no es nada; 15 meses parece un mosquito en el océano.

Luego, al otro día, ocurrió una suerte de síntesis de todo esto que venía en gestación y desarrollo. Un almuerzo que reunió a la UIA y la AEA. El gobierno tuvo pretensiones de desmembrar a esta última. Salvo 3 ó 4 grupos que se retiraron, una vez más, no tuvo suerte. Fuerte, más fuerte, es la pertenencia a una Entidad que reúne las empresas de mayor facturación de la Argentina, y que desde su manifiesto original vino mostrando las líneas maestras que guiarían su accionar: sin inversión no hay crecimiento y sin crecimiento no hay desarrollo; por el contrario, lo que se ve, es que esta política actual produce y reproduce pobres, o lo que es lo mismo, es que es un “crecimiento” empobrecedor. No se exageraría un milímetro si se califica a esta reunión como histórica. En sí misma por un lado, y por las inevitables repercusiones institucionales, y político - partidarias que tendrá. Por lo pronto, la declaración del Presidente de la Corte de Justicia, en su reclamo de “seguridad jurídica” en la vida de la Nación. No resulta habitual que los miembros de la Corte se expidan como producto de un insomnio; cuando hablan, es porque hay algo que mueve y conmueve. Parece ser este uno de los casos.

El correlato político partidario también existió. El reservadísimo encuentro de los más relevantes líderes de lo que se ha dado en llamar peronismo federal o disidente, o anti K. para hablar sin eufemismos. Lo notable de este encuentro es que supera lo anti, para intentar plantear lineamientos de futuro, que es de lo único que se necesita hablar, por lo menos en términos políticos, excepto lo que eventualmente pudiese decir la Justicia, respecto del pasado. El ex Presidente Duhalde, el Senador Reuteman, el señor De Narváez, Felipe Solá y el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el ingeniero Macri, se hicieron presentes en la reunión. El anfitrión resultó ser el doctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín. Quien también se había hecho presente en el encuentro entre la UIA y la AEA. Notable el caso de este singular empresario. El gobierno lo daba por muerto (y no solo político), hasta hace poco tiempo. Parece, una vez más, que los muertos que vos matais, gozan de buena salud.

Este relato de hechos que ocurrieron en sólo una semana, permite extraer algunas conclusiones, preliminares si se quiere, pero una suerte de guía para el inmediato futuro. Lo que ocurre, en definitiva, es un posicionamiento de cara al 2011, sean las elecciones en el momento que lo fueran. Los tiempos comienzan a tomar una dinámica que no debería sorprender, lo que obliga a una acción de otro tipo que la anterior. Y se vislumbran, claramente, tres competidores que sobresalen del eventual resto. Y hay que prepararse, seriamente, cosa que no ocurría hasta estos episodios que se han anotado.

Está de un lado, el candidato que resulte del FPV, sea el doctor Kirchner o su mujer. (Se dejará para otro momento, los no irrelevantes desacuerdos de esa sociedad conyugal). Sus posibilidades electorales al día de hoy, son en extremo pobres, excepto que la oposición nada haga para salir de su letargo y sus internas. El propio Kirchner sabe, más allá de lo que exprese en público o lo que digan sus encuestas por encargo, que en primera vuelta no gana y, si llega a la segunda, menos aún. Argumenta para contrarrestar, el matrimonio, entre otras varias razones, que ante la anomia opositora, serían ellos los únicos que estarían en condiciones de garantizar la indispensable cuota que se necesita de gobernabilidad. Que habría una experiencia en la gestión de la cosa pública, dado sus siete años de ejercicio de la Presidencia, que viene a resultar definitivamente necesaria a los efectos de encarar la etapa que se abre desde finales de 2011 en adelante. ¿Si vamos bien, argumentan, a qué cambiar?

Frente a las falacias de este “bloque” oficialista aparecen hoy, al menos, dos alternativas de peso. La UCR y sus aliados del Acuerdo cívico y social, que deben sustanciar, en el mejor de los casos, tres cuestiones centrales. Un programa, plataforma o proyecto para ofrecer a la ciudadanía, reclamo enfático del propio Ricardo Alfonsín; la amplitud de la Alianza que intentarán conformar, con la eventual inclusión del señor Binner y la diputada Carrió, y finalmente, la definición del candidato que los representará. Todo pareciera indicar, según estos idus de Julio, que la inercia que arrastra y el empuje y perseverancia que pone en su tarea, lo colocan en perspectiva al joven Alfonsín en una mejor posición que la de Julio Cobos. Esto es una foto, la de hoy; se verá como continúa en el movimiento de los tiempos por venir. No es menor la problemática que se les plantea con sus eventuales aliados y como resolverla, la señora Carrió y Binner. De otro lado, especulación ciudadana, no se hace fácil ver, en una mesa, discutiendo mano a mano a Ricardo Alfonsín y, digamos por caso, Hugo Moyano o la legión de “dirigentes” piqueteros, hoy en su mayoría tributarios del poder K. Sólo especulación ciudadana.

Finalmente, de otro lado, el llamado Peronismo disidente o federal. Tienen ventajas y desventajas. Entre las primeras, hay una de carácter histórica, sociológica, política, se diría cultural finalmente. Es la idea de que se hace muy difícil gobernar con el peronismo fuera del gobierno, no ya como oposición “salvaje”, sino meramente oposición. La misma situación podría transformarse en una desventaja, según ciertos estratos de la sociedad, ¿hasta cuando se dependerá de este “aparato” para poder gobernar? Al igual que la UCR, su programa, hasta hoy, es invisible; candidatos son al menos dos o tres, hasta que Reuteman tome una decisión definitiva y deberán arreglar, al igual que la UCR con Carrió / Binner, que pasa con Macri, cuya suerte no depende ya solo de la política. Como se ve, hay mucho para trabajar, lo que incluye tarea sucia y el desarrollo constructivo de un programa. Hoy, Duhalde, en ese terreno, no aún en el electoral, es el que aparece mejor posicionado. Las semanas por venir serán definitorias.

Al finalizar la visita a China de nuestra Presidenta, se intercambiaron los objetos propios del protocolo. La dirigencia China había preparado unas exquisitas láminas con proverbios de Confucio que entregaron a la señora de Kirchner. Sólo una no fue entregada, la que contiene el siguiente proverbio: “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Quedó en China.


Buenos Aires, agosto 9, 2010

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