El hombre aquel era un paisano entrado en años. No solo su edad era lo que imponía una aureola de respeto. Sus escasas palabras y por sobre todo sus silencios, difíciles de interrumpir, eran unos de los rasgos de alguien diferente. Alguien que sobresale por sobre el resto, sin proponérselo, ya que su lema era que el zócalo resulta demasiada altura. Y en ocasiones marea. Por otra parte, Don Juan, tan simple era su nombre como su vida, además de cauteloso para el habla, cuando lo hacía parecía expresarse bajo forma de metáfora. No sabía lo que esto significa, afortunadamente, pero lo cierto es que ante una consulta o para dirimir un desencuentro, el hombre aquel recurría, con entera felicidad, a un ejemplo de tal justeza que saldaba las diversidades y ponía en marcha el camino de la concordia y la unidad. En una ocasión, otros dos paisanos de la zona discutían sobre la necesidad de acercarle ciertas advertencias a un tercer amigo que andaba en falsa escuadra. Las opiniones iban y venían y no había acuerdo sobre el mejor proceder. Consultaron a nuestro amigo, luego de ponerlo al tanto de lo que se trataba. Don Juan, fiel a su estilo, soltó con frescura este ejemplo: “Una espina de experiencia vale más que un bosque de advertencias”. Estaría bueno que hubiese algún sabio, como aquel legendario Don Juan, en las cercanías del gobierno nacional. No solo para que este no se equivoque más, si es que fueran posibles equivocaciones mayores aún; la deteriorada salud que importa preservar y mejorar es la de la sociedad toda, agobiada de tensiones y confrontaciones que el gobierno propone como eje permanente de su manera de entender la construcción política De lo contrario, algún escarmiento, severo, podría esperarse que ocurra, vaya paradoja, en busca de la paz.
julio 25, 2011
abril 01, 2011
"Los Idus de Marzo"
La reflexión que sigue es del autor de La fiesta del Chivo, la novela en la que Mario Vargas Llosa retrató la precariedad de la vida en la República Dominicana bajo el caudillaje brutal de Rafael Leonidas Trujillo: «Siempre entro en la perplejidad y la confusión cada vez que me preguntan sobre la Argentina. Yo creo que entiendo todo en política latinoamericana, salvo la Argentina. Para mí, la Argentina es una especie de galimatías indescifrable porque, ¿cómo se puede entender el caso de la Argentina ? Un país que era democrático cuando tres partes de Europa no lo eran; un país que era uno de los más prósperos de la Tierra cuando América latina era un continente de hambrientos, de atrasados. El primer país del mundo que acabó con el analfabetismo no fue Estados Unidos, no fue Francia; fue la Argentina , que creó un sistema educativo que era un ejemplo para todo el mundo y un instrumento extraordinario de creación de igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Ese país, que realmente era un país de vanguardia, ¿cómo puede ser hoy día el país subdesarrollado, empobrecido, caótico que es? ¿Qué pasó? ¿Alguien los invadió? ¿Estuvieron enfrascados en alguna guerra terrible? No. Los argentinos se hicieron eso. Los argentinos eligieron a lo largo de medio siglo las peores opciones y, además, siguieron eligiendo las peores opciones a pesar de todas las experiencias negativas».
febrero 28, 2011
La Tierra Baldía
“¿Dónde está la vida que perdimos al vivir?
¿Dónde está la sabiduría que perdimos en el conocimiento?
¿Dónde está el conocimiento que perdimos en la información?”
Estas tres líneas son una parte microscópica de una obra vasta, monumental (no sólo por su extensión, claro está), demoledora pero, quizás, y tal vez por eso mismo, bisagra del siglo XX en el terreno de la poesía, las artes y el humanismo en general. The Waste Land es el título, traducido en general como La tierra baldía, o en ocasiones yerma. T.S. Eliot es su autor. Hombre que nació en EEUU a finales del siglo XIX, en torno de sus veinte años de edad se fue a vivir a Inglaterra, adoptando esa ciudadanía, y en donde produjo lo más fecundo de su fecunda obra.En 1948 la Academia Sueca le concedió el Nóbel de Literatura. Si bien se mira en la tercera línea de esta transcripción, conviene recordar que la obra fue escrita y publicada en 1928. Sin la avalancha del mundo contemporáneo. Para recordar sólo una gragea de la personalidad de Eliot, baste recordar que en un curso que tomó de filosofía en Harvard, curso a cargo de Bertrand Russell, éste dijo que Eliot era el mejor discípulo que había tenido, para terminar: “No veo razón alguna para que el señor Eliot no ocupe mi lugar” Se entiende con facilidad, era otra época y, por ende, otra clase de hombres. ¿Podría imaginarse, en estos momentos y en nuestras universidades, por ejemplo, alguna afirmación siquiera equivalente a la del señor Russell? Se podría llamar grandeza, materia preciosa pero no abundante en nuestra comarca. En estos remotos lugares del mundo, dígase al pasar, Discépolo todavía no había parido Cambalache.
diciembre 10, 2010
Formarse es difícl, reformarse lo es más aún
Hubo otro tiempo en el que las cosas parecían más claras. Esta presunta claridad también podría advertirse en estos días, sólo que debido a circunstancias que se buscan presentar como diferentes. El inmediato pasado estuvo dominado por una figura omnipresente. La muerte de Néstor Kirchner alteró, súbitamente, todos los ámbitos de la actividad. El más que ostensible esfuerzo que hacen sus partidarios para demostrar que “aquí no pasó nada”, choca contra la obvia realidad. Murió el director de una orquesta que, pocas veces armonizada, dominó el panorama desde que asumió la Presidencia y se prolongó hasta días recientes. Ahora, en un burdo montaje, sus partidarios intentan una maniobra pueril: convertir a Kirchner en lo que nunca fue. Un héroe y un mito de la historia nacional. Acontecimientos de estos días, revelan la inutilidad de estas vanas arengas. Guste o no, ahora hay cosas nuevas, que como en todo cambio, arrastra mucho de lo viejo y conocido, hasta el momento que se consolida lo nuevo, luego de un período de desarrollo. Físicamente desapareció Kirchner; sus concepciones, estilos y comportamientos, si cambian, no ocurrirán de un día para otro. No resulta sencillo imaginar a una mujer compañera por más de 35 años de una vida en común, y reconociendo en su marido a su Jefe, olvidando lo que hizo, aprendió y compartió en ese largo recorrido común. Aparecen indicios homeopáticos de una formal mutación.
noviembre 09, 2010
Mario Vargas Llosa
Finalmente ocurrió: a ese peruano genial le adjudicaron el Nóbel de Literatura. Finalmente decimos, dado que hora ya, que lo tan largamente merecido se transformara en un reconocimiento de la Academia. Nos parece un poco tardío, por la sencilla razón que Vargas Llosa hace muchos años que gozaba del reconocimiento universal de los lectores, cualquiera sea su raza, pertenencia, religión o pensamiento político.
Vargas Llosa proporciona un sentimiento especial entre sus lectores: el de la felicidad que produce un estilo y un modo de narrar, que avanzando sobre los más escabrosos y complejos temas de la condición humana, lo hace de una forma y una manera que conforma, junto con su temática, un gozo que logran los grandes.
noviembre 03, 2010
La insurrección es el acceso de furor de la verdad
Ha pasado una semana desde el fallecimiento del doctor Kirchner. Ha producido, a tono con una cierta necrofilia del país, un fuerte impacto en la sociedad. Esta conmoción resulta no menos previsible que el desenlace que finalmente ocurrió. Todo un conjunto de circunstancias así lo hacían presagiar. Queda, ahora, al mando del Ejecutivo, su viuda, Cristina Fernández. No parece sencilla la tarea que por delante le espera.
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